Pilates y el suelo pélvico
- Creado en Miércoles, 15 Enero 2014 10:51
Mucho se ha hablado últimamente con respecto al famoso suelo pélvico.
Muchas preguntas se agolpan en nuestra mente cuando escuchamos estas palabras. Suenan como si habláramos de algo ajeno a nosotros, algo que no formara parte de nuestro organismo, algo que no nos es familiar, y casi que mejor no tocarlo porque no nos puede “traer nada bueno”.
Hay demasiadas interpretaciones a unos términos que se refieren a una serie de músculos propios de cada uno de nosotros.
El Suelo Pélvico no es nada raro ni extraño, es algo que tenemos todos, es una estructura muscular y ligamentosa que cierra la cavidad abdominal por su parte inferior y con esto se impide que las vísceras caigan al suelo, ni más ni menos.
Hasta hace bien poco no se oía hablar del misterioso suelo pélvico, pero desde hace algún tiempo y gracias por una parte, a una campaña publicitaria relativa a las pérdidas de orina en las mujeres, y por otra, a la modernización en los momentos de preparación al parto y post-parto, este vocablo se está haciendo bastante popular.
Gracias a cualquiera de estos sucesos, es una suerte bastante grande que empecemos a interesarnos en este tema, porque igual que la demás musculatura del cuerpo, ésta también necesita fortalecimiento y flexibilidad para realizar sus funciones de manera adecuada.
Una de las consecuencias de la falta de una de estas cualidades, o de las dos, degenerará en las “pérdidas de orina”. Pero no nos engañemos, este futuro problema no es sólo atribuible al género femenino, cada vez más hombres se apuntan a “sufrir” estas pérdidas, aunque cueste reconocerlo.
En este campo Pilates tiene mucho que decir.
El 90% por no decir el 100% de los ejercicios de Pilates trabajan el músculo Transverso Abdominal, (es el abdominal más profundo que tenemos). Y éste trabaja en sinergia con el Suelo Pélvico. Eso quiere decir que cada vez que se contraiga uno, provoca la activación de los otros y viceversa.
Es una relación muy interesante, ya que mucha población no es capaz de provocar conscientemente, al principio al menos, esas contracciones en el suelo pélvico.
Esta zona siempre ha sido bastante desconocida y tratada con muchas reservas, particularmente en lo que se refiere a
las féminas, razones culturales, religiosas, morales, por creencias o convicciones, etc han provocado que el
conocimiento o la sensibilidad de esta parte de nuestro cuerpo haya sufrido demasiadas castraciones a lo largo de la
historia.
En las clases de Pilates se trabaja con especial intensidad el aumento de la propiocepción (sensibilidad), porque consideramos que de esta manera se pueden detectar posibles disfunciones que pueden degenerar en patologías mayores.
Existen muchos ejercicios para aumentar esta sensibilidad, fortalecer y flexibilizar el suelo pélvico.
Desde este momento os invito a descubrir al “Misterioso Suelo Pélvico” a través del enriquecedor mundo de Pilates.